Una calle recuerda al olvido, un portal que marcó mi destino, una estrella fugaz para siempre me dejó sin la razón. Sin la poca razón que tenía, sin el sol que alumbraba mis días, sin la luna de todas mis noches y sin más canción. Con la pena de la cobardía, con paisajes de una luz sombría, con las nubes de un cielo rebelde de autodestrucción. Me pregunto donde estás, sólo veo la pared.